El nuevo número monográfico de MINATURA nº 129 esta vez trata sobre la inmortalidad. Un tema candente que durante milenios el hombre a cultivado en culturas desde el antiguo Egipto (con el culto a los dioses) hasta la más moderna de las civilizaciones que ahora vivimos, englobándola dentro de un misticismo y creencias que nos hagan entender la vida desde otra visión.
En este número participan una gran cantidad de escritores que tratan el tema desde su punto de vista, tan genial como siempre, abriéndonos el camino para poder entender otras formas de expresión sobre la inmortalidad. Entre ellos está: Nicolás Jarque Alegre, Ana María Shua, Francisco José Segovía Ramos, y un largo etcétera de escritores que nos van a hacer partícipes de sus visiones e ideas.
A partir de este momento comienza una nueva aventura en la que participo con los textos que a continuación voy a detallar, y que figuran tanto en castellano como en la revista digital en inglés. Desde aquí quiero traspasar mi agradecimiento a Sara Mesa Marcos y Manel Solé Prades sobre las traducciones. Entre los dos aúnan el esfuerzo por tenerlas siempre a punto, y es de agradecer. Por eso les dedico esta entrada, los verdaderos responsables de dar la oportunidad que estos textos originales que voy a exponer puedan ser leídos por lectores de habla inglesa. Manel y Sara va por vosotros.
Crisis de identidad
Se miró al espejo y no vio reflejada su imagen. Sabía que estaba muerto, que no podía hacer nada, que su andadura por la tierra estaba sumida a mordeduras nocturnas eternas y que debía cambiar de población cada cierto tiempo para no ser descubierto. Años de experiencia y trabajo le llevó a un callejón sin salida. El agobio por falta de víctimas sanas le desembocó a ser intolerante a la lactosa y fructosa, azúcares que se dispersan en la sangre de sus víctimas, por lo que tuvo que replantearse seriamente su nueva vida. Desde entonces utiliza sucedáneos, como puré de tomate, kétchup, y otras aparentes sangres teñidas de tinte que esparce en el cuello de las personas que van a ser atacadas, para no perder el simbolismo de su mordedura ni la inmortalidad.
Identity crisis
He looked himself in the mirror but thye mirror did not reflect his image. He knew that he was dead, there was nothing he could do, his path in the world was condemned by an eternal night bites and he had to be changing city very offten keep undiscovered. A lot of years of experience and work brought him into a dead end. The burden for the lack of healthy victims turned him to be lactose, fructose and sugar intolerant. These substances were spread in the blood of his victims, for what he had to seriously rethink his life. Since these acts he uses substitutes like ketchup, tomato sauce and anothers stained "bloods" put them in the neck of his future victims, just to make sure he does not lose the symbolism of his bite.
Descubrimiento
El faraón levantó la cabeza, y toda su horda despertó al oír su voz. Somos inmortales, dijo, al escuchar ruidos al final del túnel. Al otro lado voces y gritos de personas celebrando la victoria se propagaron por la gran sala donde se encontraba el faraón y su prole. Las palas de los arqueólogos daban golpes contra la pared, intentando derribar la losa que los separaba de su descubrimiento. El faraón nervioso, rígido, envuelto en telas impregnadas en aceite, con máscara de oro, volvió a tumbarse, a la espera que la luz los llevara al otro lado. Desde entonces no han levantado cabeza, esto de permanecer en vitrinas les produce fobias, cierto repelús y tericia, al ver a miles de ojos observarles analizándoles a la milésima. No entienden que ha pasado, si es una burla de los dioses, o por el contrario sus sacerdotisas se equivocaron de párrafo que les llevara a la otra orilla. Están infundidos de rabia, el cielo no es lo que se esperaban, arremetiendo contra los descubridores maleficios para esquilmarlos. Por eso desde hace unos años son constantes portadas de revistas y libros.
Discovery
The Pharaoh raised his head and all of his horde woke up when they listened him. We are immortals, he said when he listened the noise at the end of the tunnel. On the other side, the voice and noise of the people that were celebrating the victory were propagated in the big room, where the Pharaoh and the other people were. The archaeologist’s blades knocked the wall, trying to knock down the wall which separated them from their discovery. The Pharaoh, nervous and rigid, was envolved in oily clothes with a golden mask, he laid back again and waited for the light to bring them to the other side. Since then they have not lifted their heads, they have phobia to remain in boxes, they become creepy when thousands of eyes look at them. They don’t understand what happened, if all this is a joke of the gods or their priestesses were wrong with the paragraph, which brought them to the other edge. They are full of rage, the sky is not as they expected, they lash out the malefics discoverers, who exhaust them. Since few years journal covers ans books are constant.
Iniciativa
La esperanza de ser eternamente joven, de no morir en el intento de esquivar a la muerte, y de subir un peldaño por encima de todo mortal, siempre ha sido el sueño del hombre. Los científicos así lo afirman. A partir del mes que viene venderán frascos en los supermercados de radicales libres y antioxidantes para rejuvenecer a la población. Hollywood se ha apoderado de esta iniciativa, para seguir explotando eternamente a los actores infantiles de éxito. El negocio sigue asegurado.
Initiative
Hoping an eternal young life, to not die while trying to step aside from the death, and the hope to climb a step above all mortal beings. This has always been the humanity's dream. The scientists confirm such theory. Next month people will find jars of free radical and antioxidants in the supermarkets to turt the population up . Hollywood has taken this idea to its own to keep exploiting eternaly young actors with success. The business is assured.
La mala suerte
-Son solo seis estrofas. Cada una de ellas explica una parte de ti. Si te fijas y lees con detenimiento verás cómo puedes retomar cada una de tus equivocaciones. Tienes que subsanar el mal que has provocado a lo largo de los años de existencia, y sobre todo, desprenderte de esa deidad que forjaste durante décadas sobre la mala suerte.
El chico mira a su alrededor y le asiente con la cabeza
-La diosa Fortuna me hizo un desgraciado. Llenó mi vida de harapos, de sarmientos, enredaderas y hoyos profundos, de grutas oscuras. Me hizo pasar delante de gatos negros, incluso me forzó a arrastrarme de forma inevitable bajo escaleras abiertas… La mala suerte siempre me acompañó.
El joven chico se postra en la mesa, apoyando el brazo derecho a la vez que se sostiene la cabeza. Duda, piensa, e intenta sacar una conclusión que le dé capacidad de poder ver el error que no ve.
-No se preocupe. Tenemos todo el tiempo del mundo, la eternidad si es necesario.
El chico abre de repente los ojos, casi eufórico le mira agradeciéndole en su fascinación que es inmortal.
-Después de tantos años queriendo esquivar a la mala suerte, ahora, en este momento, gracias a ella, y después de haberme caído un tocho en la cabeza, al ver un gato negro y pasar por debajo de la escalera, por suerte, ¡soy eterno! – grita exhalando toda la tensión. -¿Y usted quién es? – pregunta enérgico.
-Eso no importa – le contesta firme queriendo quitarle importancia.
-¿Y esto es la inmortalidad? ¿Y aquí existe la mala suerte? – acierta a preguntar.
Un aire denso se levanta moviendo las nubes. Se tornan más espesas y densas, oscureciéndose y dando lugar a una gran tormenta que abate la tierra. Un rayo le cae en el cogote. Concluye que la mala suerte le va a acompañar el resto de su existencia.
Bad luck
-Only six strophes. Each strophe explains a part of you. If you pay attention and read carefully, you will see how can you change your mistakes. You have to correct the injury you provoked during your life, specially you have to let go your deity that you forged for decades about bad luck.
The boy looks around and he asserts with his head.
-The goddess Fortune made me an unfortunate. She filled my life up with rags, climbing plants, deep holes, and dark routes. He made me walk in front of dark cats, even she forced me to creep under open stairs… the bad luck walked always with me.
The young boy sit down next to the table, holding his right arm and sustaining his head. He doubts, he thinks and tries to get a conclusion that allows him to discover the mistake that he is not able to see.
-Do not worry. We have plenty of time, until the eternity if it was necessary.
Suddenly the boy open his eyes, he looks almost euphoric and with fascination he thanks him for his immortality.
-After long years trying to avoid bad luck, now, in this moment, thanks to her, and after I was impacted in my head, after seeing a black cat and walking under the stairs, I will be, luckily, eternal– he shouts – and who are you? – he asks energicaly .
-It doesn’t matter. – he answers firmly trying to rest importance.
- Is this the immotality? Does the bad luck exist here? – he asks.
A thick wind starts to blow and moves the clouds, and they became more thick and dark. The clouds crashed into a big storm. A beam falls down on his head. He concludes that the bad luck will walk with him forever.
Ulises
Ulises tomó el brebaje justo en el momento en el que su último aliento de vida se le escapaba junto al canto de las sirenas. Al llegar a sus labios su rostro fue cambiando hasta desaparecerle las arrugas. Levantó la cabeza y miró a su alrededor, sonrío de ver de nuevo el día, de poder contemplar como las nubes corrían, como el cielo azul brillaba, y las aves sobrevolaban por encima de su cabeza. Contempló atónito cada minúsculo ser. Y sonrió. Admirado por la maravilla se acercó de nuevo al espejo, viéndose reflejado se tocó el rostro. Abrió la mandíbula un par de veces, los dientes los tenía perfectos, blancos y brillantes. Sus manos desgastadas volvieron a ser jóvenes y robustas. Le había vuelto a nacer el pelo. Su torso encorvado era de nuevo prominente y voluminoso. Admirado miró el frasco, y contempló en la etiqueta, “elixir de la inmortalidad del Olimpo”. Gritó victoria con voz profunda y aguda, “los Dioses no se han olvidado de mí”. Aquel frasco le había salvado la vida. Se dio media vuelta y dudó si beber de nuevo, ¿por qué no?, se preguntó, ¿qué mal me hará?, abrió la botella y se mojó los labios. Tornó a la adolescencia. Volvió al espejo y se quedó admirado. Con esto soy inmortal, dijo eufórico. Abrió de nuevo la botella, volvió a beber, esta tercera vez un gran trago. Delante del espejo su cuerpo se encogió hasta hacerse bebé. Balbuceó durante los segundos que vio caer la botella al suelo rompiéndose en varios pedazos. El líquido esparcido comenzó a extenderse. Movió su frágil cuerpo e intento estirar la mano para mojarse los dedos y poder acercárselos a los labios. Agitó las manos, una y otra vez, a la espera de impregnarse, cambió de estrategia y lo hizo con la palma de la mano. La felicidad le invadió la faz. Se acercó la mano y la lamió hasta tragarse todo el líquido impregnado. En segundos el bebé se convirtió en una diminuta célula que fue fagocitada por un microorganismo. El deseo de la inmortalidad le pasó factura. Y aun seguimos creyendo las excentricidades de sus aventuras. La historia de Ulises Homero la acabó escribiendo diferente para no alarmar a la población.
Ulises
Ulises drank the potion just in the moment when his last breath of life escaped and the Sirens sang. From that moment, his face was changing until the wrinkles dissapeared. He raised his head and looked around, smiled for the new day and for the clouds runing, the shining blue and the birds flying over his head. He looked at everything he had around and smiled. Being astonished by all this beauty, he walked to the mirror again and touched his face. He opened the jaw a couple of times, his teeth were perfect, withe and shining. His hands were young again. His hair grew again. His old chest was again strong. He looked up the potion and he could see in the label “elixir of the Olympus immortality”. He shouted with sharp and deep voice, “the gods don’t forget me”. This potion had saved his life. He doubted to drink again, ¿why not?, he asked himself, ¿what will happen?. He opened the bottle and drank again. He was back to his adolescence, suddenly he looked himself in the mirror astonished. I’m immortal, he said exultant. He opened the bottle and drank again, the third zip was bigger. In front of the mirror his body was turning smaller until he became a baby. He babbled for seconds until he saw the bottle falling and breaking down. The fluid was spreaded all around the room. He moved his fragile body trying to wet his fingers and bring them to his lips. He shaked his hands again and again hoping that he could drink some drops of the potion. He changed the strategy and wet the whole hand. He was sorrounded by happiness. He licked his hand and he drank all the liquid. In a few seconds he became a small cellule. The wish of immortality was taking its revenge. And we still believe the eccentricities of its adventures. The story of Ulises Homero was finally differently written to not alarm the society.